CLAVES DE LA CAMPAÑA ELECTORAL FRANCESA
A escasos días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, que tendrá lugar el 10 de abril, conviene detenerse en las principales claves de esta elección cuya campaña ha estado ampliamente condicionada por la pandemia del coronavirus, la irrupción de la candidatura de Eric Zemmour y la guerra en Ucrania. De hecho, la campaña no ha transcurrido con normalidad con sus mítines, reuniones públicas, debates televisivos y el contacto directo entre los candidatos y sus apoyos y los electores. Esto se ha traducido por la ausencia de debates televisivos, contrariamente a lo que ocurrió en 2017, la tardanza con la cual se ha iniciado la campaña, la escasa atención prestada por los medios de comunicación y, sobre todo, por la omnipresencia de preocupaciones que, si bien son de carácter político (sanidad, economía y defensa), no aluden tanto al debate partidista y programático. En semejante contexto, es preciso abordar las principales claves de esta elección crucial para el futuro del Hexágono y de Europa. En primer lugar, es necesario interesarse por el nivel de participación que, según varios sondeos realizados a lo largo de las últimas semanas, podría ser inferior a la de escrutinios precedentes. En efecto, las elecciones presidenciales, que estructuran la vida política gala, suscitan generalmente un amplio interés en la ciudadanía, lo que se traduce por una participación generalmente superior al 80%, tanto en la primera como en la segunda vuelta. De hecho, en la primera vuelta, la abstención solo ha sido superior al 25% en 2002 con el 28,4%, y, en la segunda vuelta, solo lo fue en 2017 con el 25,44%. En esta elección, el sondeo BVA-Orange publicado por la radio RTL indica que el 29% de las personas interrogadas no tiene intención de votar. Esta proporción es superior aún entre aquellos que consideran que piensan necesariamente que votar no es un deber (18%) o que votar es una simple elección y se sienten libres de votar o no en función del escrutinio y de los candidatos (37%). Asimismo, tanto los jóvenes como las categorías populares se caracterizan por una menor participación en las elecciones. En segundo lugar, existe todavía una incógnita sobre la candidata o el candidato que acompañará a Emmanuel Macron en la segunda vuelta. De hecho, si el candidato de la République en Marche lidera las encuestas con el 28,5%, tres puntos separan Marine Le Pen, presidenta del Rassemblement National (17,5%) y Jean-Luc Mélanchon, líder de la France Insoumise (14,5%). Si la candidata de extrema derecha, que se encuentra inmersa en una dinámica ascendente gracias a su tema de predilección (el poder adquisitivo) y su perfil más moderado, goza de cierta ventaja, el candidato de izquierdas, además de ser...
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