LAS POSIBLES ALIANZAS DE LA IZQUIERDA INDEPENDENTISTA
Tras cosechar los mejores resultados de su historia en unas elecciones municipales y forales, tanto en porcentajes como en votos (el 27,31% y 366.339 sufragios en el escrutinio municipal y el 26,02% y 345.991 papeletas en la contienda foral), a la vez en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral de Navarra, la izquierda independentista incrementa su representación institucional con 60 diputados forales y 1.399 concejales. Tras la noche electoral y el análisis de los resultados, y en vísperas de unas elecciones generales anticipadas, ha venido la hora de negociar y de pactar de cara a conseguir unas mayorías que permitan gobernar. En esta óptica, EH Bildu tiene tres opciones fundamentales. La primera consiste en practicar la geometría variable. Es lo que viene haciendo la coalición soberanista a lo largo de los últimos años, llegando a acuerdos con las diferentes fuerzas políticas, excepto con el Partido Popular y Vox. En efecto, EH Bildu ha apoyado el gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez, tanto para la aprobación de presupuestos como de leyes, así como el gobierno navarro presidido por María Chivite en una óptica similar. En ambos casos, es cuestión de evitar, a la vez, la vuelta al poder de UPN o del PP, con el apoyo de la extrema derecha, y de promover avances en materia de políticas sociales, autogobierno y convivencia. En el ámbito municipal, ha pactado tanto con el PSE en Eibar e Irun, con Elkarrekin Podemos en Durango y Galdakao como con el PNV en la rioja alavesa con objetivos análogos. Esta estrategia tiene la ventaja de asentar políticamente el proyecto de la izquierda abertzale, de propiciar su progresión electoral a corto y medio plazo y de situar a la coalición soberanista en una posición de centralidad al ser capaz de pactar con la práctica totalidad del espectro político. El único inconveniente es que, en un modo de escrutinio proporcional a una vuelta donde es difícil conseguir mayorías absolutas, EH Bildu se expone al riesgo de que el pacto entre otros partidos, que gocen o no de un sistema de alianzas estable y global, pueda arrebatarle instituciones, a pesar de que sea la fuerza más votada y haya obtenido el mayor número de cargos electos. La segunda posibilidad, que es perfectamente compatible con la primera, radica en llegar a un pacto, como socio preferente, con una formación o una colación de partidos minoritarias, a la imagen de Elkarrekin Podemos. Dicho pacto gozaría de cierta estabilidad y permitiría gobernar en coalición o con el apoyo externo de ese socio preferente en el marco de pactos de gobierno, pactos de legislatura o acuerdos presupuestarios. Además de fortalecer las mayorías vigentes, permitir superar los actos de...
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